30 octubre 2006

el gesto de un nene

Un nene en los asientos del metro, absorto en su propia magia, descubre de pronto, con asombro, mi mirada contemplándolo. Dos miradas, dos muecas y dos sonrisas. El nene, con la naturalidad de un parpadeo, se incorpora, y dando unas palmaditas en el asiento de al lado, me invita a sentarme con él. En el resto de trayecto que compartimos no pude averiguar su nombre, pues apenas hablaba, pero estuvimos jugando con una pelotita mágica que me devolvió de un bote a la infancia. Luego, de camino a casa, no pude quitarme de la cabeza ese gesto inocente y dulce que me llamaba, sin conocerme de nada, a sentarme a su lado.

Nos vestimos en esta vida con capas y capas de prejuicios, tabúes y formalismos, y parcemos adultos, mas nos olvidamos de que podemos desnudarnos y sentir sobre la piel la frescura de un viento desenfadado llamado niñez.

23 octubre 2006

relato de una humillación

era un día cualquiera de verano, hacía mucho calor (insoportable) nos fuimos a la playa de castefa a bañarnos y ponernos morenos, a disfrutar de las vacaciones. nos tocó dar un par de vueltas para encontrar apacarmiento, (impaciencia); nos pusimos a comer en la acera a la sombra de una palmera porque sin sombrilla en la arena era una locura. mala idea, nos tocó presenciar el lamentable espectáculo que viene a continuación.

como de repente aparece una pareja dando voces por entre la fila de coches, paso de mirar porque me da el sol de cara, mi bocadillo está tan rico...(indiferencia)
las voces aumentan, no solo porque se acercan, sino porque están teniendo una discusión de aupa, de esas en las que se contradicen tus emociones, buieno a mí me pasa, por un lado curiosidad y morbo -¿de qué estarán discutiendo?¿son pareja? hermanos? amigos?-; por otro lado, vergüenza ajena, disonancia, un poco antisocial, -la que están montando, colega-

asi puedo sentirme al principio, incluso puede parercerte gracioso cuando una pareja se tira los trastos a la cabeza, en medio de la calle, por cualquier vanalidad, como la próxima cena con los suegros, o quién se lleva el coche el finde semana, o más gracioso aún,- qué insatisfech* me quedé anoche...

sin embargo esta discusión era distinta, a Uno se le oía más que a Otra; Otra estaba acojonada, Uno enfurecido; Uno le insultaba, le hería, Otra se callaba, se dolía; Uno era más fuerte, Otra era más débil....muchos factores desigualaban la discusión, dejando por encima a Uno, machista y dominante, y por el suelo a Otra, asustada y humillada.

a mí no me hacía ni pizca de gracia, de hecho una sensación de asco, impotencia y rabia, me bajaba al estómago.

Uno estaba dicendole que era estúpida, ignorante, que siempre tenía que explicarle las cosas dos veces, -¡¡¡es que eres tonta!!!, ¡¡¡es que eres tonta!!!- gritaba sin parar, con una cara de loco, roja la frente, las venas hinchadas, un desquicie tal, que daba miedo. miedo de pensar lo que sería capaz de hacer a Otra cuando estuvieran a solas. si en plena calle, con gente pasando, la trataba como una colilla, quien sabe si cuando nadie les viera, al cobijo de la intimidad, Uno, cobarde de mierda, le pondría las mano encima.

no hizo falta imaginar, alli mismo, delante de nuestras narices, le dió un empujón de espanto contra la puerta del coche - ¡¡¡que entres joder!!!¡¡que entres te he dicho!!!- totalmente indefensa y cagadita de miedo, Otra trataba de zafarse del acoso, pero el machote la metió pá dentro de dos ostias.

lloraba, era un llanto aturdido, sin gritos, sin aliento, una cara de terror que daba pena, yo ya no me podía estar callado, le grité que qué coño hacía que la dejase en paz, pero en se momento se giró hacia nosotros, parecía no importarle nada, me preguntó -¿qué has dicho?- pero yo entendí, ¡como vuelvas a decir algo te parto la cara! y entences me callé, humillado yo también.

cuando se volvió para entrar en el coche, Otra abrió la puerta con la intención de salir, -¡corre, corre! pensamos en silencio nosotros- pero la enganchó del brazo por dentro, con tal furia que su cuerpo pareció una muñeca de trapo en manos de un niño tonto. arrancó como no podía ser de otra forma, salió derrapando, y desapareció por el paseo marítimo.

nos dejó un cuerpo fatal, y una herida por dentro, que aún dos años despues de sucecido, me sigue revolviendo las tripas. qué asco, qué hijo de puta desgraciado, le hubiera pegado un tiro. pero no, me callé, y ya no sé si fue mejor o peor lo que le dije. está claro que estaba cabreado, fuera de sus casillas,... si nos hubiéramos encarado con él..., quizás lo hubiera pagado luego con ella, y entonces hubiera sido peor; o quizás ella hubiera echado a correr y en un arrebato de valentía le hubiera mandaó a tomar por culo para siempre. no lo sé, pero lo que si que tengo claro es que individuos así no se merecen nada, que no deberían existir, que no son personas, que son basura.
también tengo claro que no se puede tratar con abuso, que nadie es superior a nadie, ni por sexo, ni por edad, ni por cabeza.

reflexión, reflexión y cambio

gracias a coriendinicoriendo por ayudarme a odiar al machito que llevo dentro